Esta forma de inmunidad, por supuesto que existe, sino nadie la hubiera mencionado siquiera. Pero, ¿Hasta qué punto es confiable por los humanos frente al COVID 19?.
Algunos creen que hoy por hoy, aquellos que literalmente «se escondieron» durante la cuarentena, son un grupo de alto riesgo, pues no prepararon su organismo, para producir al menos un mínimo de anticuerpos contra el coronavirus y no les quedará otro camino que seguir extremando su contacto con el mundo, pues son ahora los más proclives a contraer el COVID 19 y francamente son los que necesitarán la vacuna, así se logre dentro de 2 o 3 años.
Los otros, que desafiando las normas, empujados principalmente por la necesidad económica se pusieron en contacto con el medio externo, son los que han desarrollado su capacidad inmunológica y ahora se ubican en el grupo de inmunizados, formando parte del «rebaño».
No olvidemos que el virus está presente, así como están presentes en nuestra vida, los virus y bacterias de tantas enfermedades, que la inmunidad del hombre ha dominado a través de los siglos. Pero el coronavirus es nuevo, creado en laboratorio (Ya a nadie le queda duda), y como tal, su dinámica es aún poco conocida, así que eso nos obliga a caminar con cuidado.
¿Qué tenemos que hacer?. De hecho podemos retornar a nuestra vida CASI normal, pero cumpliendo los protocolos de bioseguridad: Uso de mascarilla, distancia social y lavado de manos, principalmente. Por supuesto que las municipalidades tienen que seguir fumigando las ciudades y tener listos los hospitales y centros de aislamiento para cualquier urgencia.
Pero tengamos fe. Ya no estamos en el siglo XV o XVI. Al coronavirus le hemos dado con todo, hasta dejarlo casi en el exterminio. De lo contrario ni dentro de nuestras casas, ni en las puertas, podríamos estar seguros ahora. Los medios de información no han sido tan honestos. Las muertes por COVID las han mezclado con las muertes por otras causas, inflando las cifras. Por supuesto que muchos han sacado provecho de esto.
Y no hay que ser exagerados, guardando los cuidados necesarios, el 2021 ya casi podemos vivir con normalidad. Necesariamente tendremos que regresar a nuestras actividades laborales, los niños volverán a las escuelas y ya casi regresaremos todos a nuestra cotidianeidad. Mientras tanto, con paciencia seguiremos esperando las vacunas. Por cierto, las más confiables. Me anoto con la del Dr. Manolo Fernández de Chincha. Los chinos, norteamericanos e ingleses, que se pongan la suya.
Eloy Angeles Alegre
