La ciudad de La Paz, en Bolivia, fue tomada por un grupo de trabajadoras sexuales, quienes exigen a las autoridades el reinicio de sus actividades, debido a que se han visto golpeadas económicamente por las medidas adoptadas ante la pandemia de la COVID-19.
Asimismo, expresaron su temor de verse obligadas a laborar clandestinamente y por ende, posiblemente, contagiarse del nuevo coronavirus.
En ese sentido, hace un mes ellas presentaron un plan de bioseguridad, el cual incluía mascarillas, toma de temperaturas en sus centros de trabajo, guantes y gel.