El Gobierno anunció esta tarde dos acciones claves en la lucha contra el COVID-19. Primero, que el Ministerio de Salud (Minsa) intervendrá en la región Arequipa debido al incremento de contagios; y segundo, que se trabaja en la corrección de los datos oficiales sobre fallecidos, ya que se había detectado un “desfase” de más de 3.600 muertos en junio. Al respecto, el decano nacional del Colegio Médico del Perú (CMP), Miguel Palacios Celi, habló con El Comercio.
–¿Por qué Arequipa llegó a esta situación crítica?
La situación actual de Arequipa es una réplica de lo que ocurrió en Iquitos hace dos meses, y que luego se registró en Pucallpa y en otras ciudades grandes del norte. No estamos aprendiendo las lecciones que nos deja la pandemia. No es posible que Arequipa haya tenido dos meses para organizar su plan de contingencia ante la infección, y ahora paga un alto costo por esa falta de prevención. Se requiere aprender, porque ahora el virus se desplazará a Moquegua, Tacna y Puno.
–El presidente Vizcarra anunció que el Ejecutivo intervendrá en Arequipa debido al incremento de contagios por COVID-19. ¿Cuál es la posición del gremio médico nacional?
El Gobierno no necesitaba tanta filosofía, sino acciones. Ya tenía el marco legal adecuado. Estamos de acuerdo con la intervención, aunque lamentamos que no se haya dado antes en ciudades como Iquitos. El Colegio Médico considera que esta acción no solo debe apuntar al tema asistencial, sino también a mejorar la capacidad de médicos y especialistas en Epidemiología, además de doctores expertos en administración en salud. Se requieren médicos gestores.
–¿No están muy de acuerdo con el traslado de médicos tratantes? Ayer se anunció que la jefa de EsSalud, Fiorela Molinelli, comandaría un equipo de 80 especialistas en la región.
Es que no se trata únicamente de llevar médicos para la primera línea de atención que vean casos particulares. Se necesita una renovación de funcionarios. Están yendo médicos que tienen cargos en Lima y pueden descuidar sus funciones en la capital.
–¿El país se enfrenta a una segunda ola de contagios?
Por definición epidemiológica, para que se considere que una primera ola ya llegó a su fin, tiene que haber cero prevalencia; cero casos nuevos. Los ejemplos sobran en Europa y el sudeste asiático, que llegaron al fin de la primera ola y cuando se reintegraron a sus actividades, aparecieron nuevos contagios como parte de una segunda ola.
–¿En el Perú no ocurre eso?
Nunca salimos de la primera ola de contagios, no la hemos superado. Semanas atrás registrábamos 1.500 casos del COVID-19 cada día, y esa “meseta” se prolongó durante 32 días. Luego la cifra diaria comenzó a subir a 3.800, y ahora está en un promedio de 4.000. Técnicamente, este es un rebrote, un recrudecimiento de la enfermedad; algo diferente a una segunda ola.