El perro es el mejor amigo del hombre. No hay frase más exacta para describir el amor incondicional y el cariño que siente una mascota por su dueño. Esto ha quedado demostrado a lo largo de la historia, donde existen varios registros de la fidelidad de un can.
Hace días un perrito espera a su dueño internado por coronavirus en el hospital Almenara
Desde la antigüedad griega hasta los casos contemporáneos que le han dado la vuelta al mundo, hay muchas reseñas sobre mascotas que esperan fielmente el retorno de sus amigos humanos.
Por ello, te presentamos las historias más conmovedoras de los perros que han mantenido su vínculo con su dueño, a pesar que han tenido que esperar mucho tiempo.
La historia de Argos, el perro de Ulises
En la obra de la Odisea, se narra la historia de Argos, el perro de Ulises, quien retornó a Ítaca luego de estar batallando por más de 20 años en la Guerra de Troya.
En el libro mitológico se detalla que el militar griego volvió a su tierra natal disfrazado para que no le descubrieran. Sin embargo, la nueva apariencia no confundió a Argos, quien fue el primero en reconocerlo.
Tras alegrarse por el retorno de su dueño, el perro se acercó a los pies de su compañero para respirar por última vez y descansar en paz.
Hachiko, el perro que esperó por más de 10 años
La historia real más antigua de fidelidad de una mascota y, quizá la más conocida gracias a Hollywood, tiene como protagonista a Hachiko, un perro de raza Akita que esperó por más de 10 años a su dueño en una estación de tren en Japón.
Todas las mañanas Hachiko acompañaba a su compañero, el profesor Eisabur Ueno, y lo esperaba en el mismo lugar hasta su regreso. Sin embargo, un día, su dueño no regresó porque había fallecido.
Pese a los esfuerzos de la familia de Ueno, el perro no quería retornar a casa y permaneció en la estación para esperar el regreso de su amigo. Los ciudadanos le daban de comer mientras duraba la espera, la cual terminó con su muerte el 9 de marzo de 1935.
En conmemoración al maravilloso gesto de amistad, la Universidad de Tokyo promovió la construcción de una estatua para que todos los ciudadanos recordaran a Hachiko.
La conmovedora historia de Canelo
En España, también hubo casos en los que un perro esperó por mucho tiempo a su dueño. El más emocionante es el de Canelo, un cachorro que vivía junto a su dueño en las calles de Cádiz, Andalucía.
Casi todos los meses, la persona anónima debía acudir al hospital para hacerse una diálisis, por lo que Canelo tenía que quedarse a las afueras del hospital. Sin embargo, un día el tratamiento se complicó y su dueño nunca más salió.
El perro no podía aceptar que no volvería a ver a su amigo, a quien acompañaba a todas partes, y siguió esperando por 12 años. Incluso, un vecino llamó a los agentes de la perrera local para que se lo llevasen para que sea sacrificado.
Negao, el perro fiel de Santa Catarina
En Brasil, sucedió otro de estos casos que pone los pelos de punta. Un perro llamado Negao vivía con una persona sin hogar por las calles de Santa Catarina, pero una infección hizo que el hombre tuviera que ser ingresado de urgencia.
Negao siguió a la ambulancia corriendo y esperó a las afueras del Hospital Cardoso durante ocho meses. Su amigo humano había muerto a los pocos días de ser ingresado, pero Negao no tenía manera de saberlo.
A pesar de que han tratado de adoptarlo, el perro se ha escapado dos veces de sus casas adoptivas para volver al hospital. Las autoridades del centro de salud han decidido que Negao permanezca en el establecimiento hasta que decida irse y que, hasta entonces, recibirá todos los cuidados que necesita.
La Republica