El párroco Datin Calderón, estaba a punto de celebrar una boda en la capilla ubicada a solo unos pasos de la catedral de Huancayo, cuando fue abordado por un grupo de policías, que llegaron para la intervención.
El párroco intentó explicar que no se trataba de una boda sino más bien una «renovación de bodas», donde además sería transmitido por internet a través la página del Arzobispado; sin embargo, las autoridades policiales desestimaron esta versión.
Por su parte, el jefe de la Región Policial informó que todos fueron llevados hasta la comisaría de Huancayo y que deberán pagar una multa de 300 soles por infringir la ley.