En una encomiable labor social, la empresa Santa Patricia y el Grupo Empresarial Fukuda, dispusieron maquinarias, insumos, choferes, combustibles y ayudantes, para realizar la fumigación y desinfección de calles, parques y mercados de Huaral, frente a la inactividad demostrada por la municipalidad.
Indicaron que el alcalde solo aportó insumos para el trabajo de una bomba, durante 2 días y que al agotarse ya no recibieron más apoyo, ante lo cual solicitaron donaciones a otras personas e incluso ellos mismos tuvieron que aportar los productos.
Frente a esta inactividad municipal, el Gerente de Santa Patricia se comunicó con el Jefe de la División Policial de Huaral, para que como Jefe Militar en Estado de Emergencia, encabece los trabajos. El Coronel PNP César Castro, incluso cedió la explana policial ubicada en El Milagro 2, para que ahí pernoctaran las máquinas de fumigación.
Fue el Coronel quien formalizó la solicitud y el miércoles 1 de abril se inició la desinfección de la ciudad, con 8 tractores y sus respectivas bombas, conductores, operarios, insumos y combustible.
Pero cuando se encontraban desarrollando esta acción cívica en bien de toda la población, la Gerente de Servicios a la ciudad: Lucy Dangelly Rabanal Reina, habría ordenado que Santa Patricia retire sus tractores y deje de desinfectar la ciudad, “porque nadie les había autorizado tal labor”, lo cual puede configurarse como un delito contra la salud pública, dada la urgencia del momento.
Lo que nadie se explica es el porqué de esta actitud de la actual gestión municipal, frente a un sector empresarial que desinteresadamente realizaba esta impecable tarea social.