La salud no debe ser un negocio. A partir de mañana, las boticas y farmacias del país recibirán sanciones que irán desde una amonestación hasta multas de 8.600 soles (2 UIT), si es que no cumplen con la venta del listado de 31 medicamentos genéricos esenciales para la población. Para evitar estos castigos, los establecimientos han tenido tres meses de ‘marcha blanca’ a fin de adecuarse a lo dispuesto en la denominada Ley de Genéricos.
Según la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), que se encargará del cumplimiento de esta obligación, la mayoría de farmacias cuenta hoy con el citado listado. “Más del 70% u 80% lo hace”, asegura la directora general de Digemid, Carmen Ponce, en base al proceso de visitas orientativas realizadas desde diciembre pasado. No obstante, esta institución tiene diversos detalles que debe afinar para evitar que se siga lucrando con la salud de los peruanos.
Un equipo de La República comprobó que aún existen cuestionadas prácticas que impiden la venta regular de estos genéricos (bajo la denominación DCI), los mismos que deberían atender enfermedades comunes como la diabetes, hipertensión arterial o trastornos de salud mental, a precios asequibles.
Y es que si bien las normas están dadas, los médicos de hospitales públicos y clínicas siguen recetando solo productos de marca, los cuales −además− son los primeros en ser ofrecidos por muchas farmacias y boticas a un precio que puede ser hasta 10 veces más caro que el de los genéricos. A esto se suma que algunos establecimientos, sobre todo los de las grandes cadenas de farmacias, y hasta los asociados al Sistema Metropolitano de Solidaridad (Sisol), no cuentan con el stock de la lista aprobada en noviembre; o simplemente sus empleados no preguntan si es que el paciente desea un medicamento genérico o de marca.
Dos primeros problemas
De acuerdo al Decreto de Urgencia N° 007-2019, estos medicamentos genéricos deben mantenerse disponibles o demostrar su venta en farmacias y boticas del sector privado. “La demanda del público es bastante aceptable. Cuando la población va a hacer compras, pregunta y lo primero que le ofrecen es un genérico”, dijo Carmen Ponce, de la Digemid, a fines de febrero.
Pero eso no ocurre siempre. El último martes, en un establecimiento de Mifarma, ubicado frente al hospital nacional Cayetano Heredia, de San Martín de Porres (SMP), se consultó por el medicamento Azitromicina (antibiótico de amplio espectro que debe estar disponible en todas las farmacias). Sin embargo, lo primero que se ofreció fue el producto de marca, cuyo costo alcanza los 38.70 soles (caja de 3 pastillas). Recién al insistir por el genérico, se informó sobre su disponibilidad y precio: 4 soles.
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En otro local de la cadena, frente al Hospital de la Policía Augusto B. Leguía, en el Rímac, se informó que no tenían el fármaco. Este mismo tampoco había en el hospital Sisol, de Comas, con gran afluencia.
Otro medicamento que forma parte de la lista de 31 esenciales es la Amoxicilina. En una botica de Inkafarma, frente al hospital Cayetano Heredia, de SMP, indicaron que solo tenían el de marca, que cuesta 1.60 soles. El genérico vale 0.19 céntimos. «Supongo que traerán mañana», refirieron el último martes.
Multas por falta de stock
Si la fiscalización ya hubiera comenzado y estarían en vigencia los operativos, de acuerdo a lo dicho por los trabajadores de las farmacias, estos establecimientos primero recibirían una amonestación de la Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris), las unidades regionales (Diresa), con el apoyo de la Digemid.
Y si se mantuviese la situación podrían recibir multas entre una y 2 UIT (8.600 soles), o desde 0.25 hasta una UIT (4.300) si fueran pequeñas farmacias (remypes). Estas tienen la obligación de abastecer solo el 80% de la lista de 31 genéricos.
Mifarma e Inkafarma forman parte del mismo grupo empresarial: InRetail Pharma, los cuales respondieron que los casos detectados son “aislados”. “Debe haber pasado porque el local está en etapa de reposición, para lo que el medicamento debe llegar entre el miércoles y jueves”.
En el caso de la Amoxicilina −dijeron− ha habido problemas de abastecimiento por parte de los proveedores desde octubre, «por ello decidimos elevar su número para tener un stock más alto».
Eso no es todo. Hay más prácticas cuestionadas. El equipo de La República tuvo acceso a recetas de clínicas como Cayetano Heredia y del Centro de Salud Gustavo Lanatta Luján, de SMP, en las que médicos solo prescriben productos de marca.
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En una receta, por ejemplo, un médico de dicha posta prescribe 3 fármacos: «Noxom o Coluquim o Colufase». Todos son de marca. «Uno me costó 27 soles, y lo compro porque es para mi hijo. Creemos que lo de marca es mejor, pero prácticamente tienen los mismos resultados», dice el padre. Estas prácticas reciben multas de hasta 430 mil soles.
Al respecto, Ana María Jiménez, presidenta de la Asociación Peruana de Farmacias (Aspefar), precisa que la demanda de genéricos ha crecido para los laboratorios, “pero esto es por las farmacias que estamos abasteciendo de productos”.
Sin embargo, explica que aún llegan recetas, sobre todo, de clínicas privadas, en las que los médicos prescriben productos de marca y muchas no consignan al lado su DCI. «Falta más regulación del Estado», refiere.
Para la Digemid, esta es una de las principales falencias detectadas, sobre todo, en el sector privado. «Se deben mejorar las prescripciones e incluir datos, cantidad y dosis», reconoce.
Empoderar a pacientes
Por su parte, el decano del Colegio Químico Farmacéutico de Lima, Javier Llamoza, quien destaca el inicio de esta medida, considera necesario que los usuarios y otros sectores denuncien. «Los distribuidores y farmacias deben tener medicamentos disponibles, pero también a un precio asequible».
Indica, además, que con la ejecución de la norma pueden darse dos escenarios: que los medicamentos no bajen de precios, lo cual igual impediría acceder a ellos; o que las boticas y farmacias independientes cierren, lo que fortalecería a las cadenas. «Se fortalecería la concentración».
Los resultados de la aplicación de esta lista serán evaluados por una comisión multisectorial, la cual determinará si, hacia diciembre del 2020 (cuando culmine su vigencia), puede haber cambios: se amplían, se reduce o se mantienen los medicamentos. En noviembre próximo estará la propuesta y se sabrá si esto funcionó.
Diferencias entre genérico y de marca
Aurora Medrano, especialista de Digemid, explicó que existen tres tipos de denominaciones: la “marca innovadora” es el medicamento comercializado por el laboratorio que obtuvo la patente al haber realizado estudios y fue el primero en colocarlo al mercado. Luego de la caducidad de esta patente, los otros medicamentos se convierten en genéricos.
Ahí surgen dos clasificaciones: el medicamento genérico de marca y el medicamento genérico en Denominación Común Internacional (DCI) que es el mismo producto, pero se comercializa con el nombre de la molécula. «Los tres medicamentos tienen los mismos componentes y efectos, solo varían los nombres comerciales», enfatizó Medrano.
Claves
El laboratorio Sanofi, que ofrece 19 de los 31 medicamentos genéricos obligatorios, informó que las ventas de estos se incrementaron hasta en 60% al cierre del 2019.
Este es el caso del Paracetamol de 500 mg (+60,1%), que fue el más solicitado, seguido de la Azitromicina de 200 mg (+57,2%) y el Ibuprofeno de 400 mg (+41,6%).
Las cifras
2 UIT es la multa máxima para las farmacias que no tengan stock de genéricos.
15 mil farmacias independientes existen en el mercado.
83 % es la participación de ventas de las grandes cadenas farmacéuticas.
3.1 millones de soles facturó el mercado de medicamentos el 2019.
Opiniones
Carmen Ponce – Jefa de la Digemid: “La disposición de medicamentos genéricos tiene como objetivo mejorar el acceso a estos fármacos en establecimientos privados. La esencia no es multar ni sancionar”.
Javier Llamoza – Decano del CQF de Lima: “Esta es una medida concreta. Pero solo habla de disponibilidad de medicamentos genéricos en el sector privado, no asegura que los precios se reduzcan. Toca debatir la regulación”.