Un bebé de un año, su hermanito de seis y el padre de ambos, Carlos Retto Espinoza, fallecieron a causa de la peligrosa ameba come cerebros.
Según las investigaciones, contrajeron este parásito durante una tarde de piscina en Tumbes. Esta bacteria vive en piscinas, lagunas, canales de riego y estanques, lugares a los que se suele acudir con frecuencia durante el verano.
Los síntomas que genera esta bacteria son fuertes dolores de cabeza y parálisis de cuerpo.