En 2018, 749 peatones murieron en Lima, la cifra más alta en todo el país. En el mundo, la Organización Mundial de la Salud estima que cada año 270000 peatones mueren atropellados. Constituyen la mayor proporción de lesionados o muertos en las carreteras.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Seguridad Vial, en el 2017 se registraron 88,168 accidentes de tránsito. Ese mismo año, 2,826 personas perdieron la vida como consecuencia de esos lamentables hechos.
Para ahondar en este problema, conviene analizar las cifras del Ministerio del Interior. De acuerdo al sector, en el 2017 la tasa de fallecidos en siniestros de este tipo fue de 8.2 por cada 100,000 personas, mientras que la de homicidios fue de 7.8 por cada 100,000 personas. Es decir, en el Perú, la tasa de fallecidos en en las pistas es mayor a la de homicidios.
Todos somos peatones, los más vulnerables en el sistema del tránsito, que pueden tener consecuencias muy graves en caso de atropello: lesiones y condiciones que pueden durar toda la vida.
Ante ello, la legislación de tránsito peruana, establece que los vehículos deben darle la prioridad a los peatones que cruzan correctamente la pista por las esquinas o cruceros peatonales, y con el semáforo a su favor donde lo hay.
Prioridad peatonal
Pese a la prioridad peatonal legislada, lo más común en Perú es ver lo contrario. Los peatones muchas veces ceden el paso a los vehículos en sendas peatonales o esquinas, ya que los conductores “olvidan” la legislación.
Sin embargo, al igual que los conductores que no dan prioridad al ciudadano de a pie, existen peatones que no respetan las leyes de tránsito, y la imprudencia también ocasiona accidentes que fácilmente pudieron evitarse.
Caretas
