Reconocidos chefs y establecimientos de la provincia de Huaral, en la región Lima, participarán en el III Festival del Pato en Ají, denominado “La ruta del pato”, Huaral 2020, para ofrecer este delicioso potaje a los visitantes nacionales y extranjeros el domingo 16 de febrero.
En la cita, los expositores también presentarán otros platos preparados en base a la carne de pato, destacó la presidente de, la Asociación de Hoteles Restaurantes y Afines (Ahora) Huaral, Rosa Elena Balcázar.
Asimismo, la empresaria sostuvo que se llevará a cabo un concurso gastronómico sobre la preparación del pato en ají,
siendo los protagonistas, los chefs y cocineros de los restaurantes de Huaral, Chancay y el distrito de Aucallama.
El jurado calificador estará a cargo de reconocidos chefs de la ciudad de Lima.
“Lo que buscamos, es seguir promocionando la ruta gastronómica de la provincia de Huaral, en esta oportunidad, a través de uno de los platos más antiguos de la provincia de Huaral”, añadió.
Por ello, Ahora Huaral, desde el 2016, realiza diversas actividades gastronómicas buscando revalorar el plato más antiguo de esta provincia. Un poco de historia
El pato en ají, que se celebra cada tercer domingo de febrero, data de más de 200 años y la receta de su preparación ha ido pasando de generación en generación.
Un poco de historia
Según la historia gastronómica del Perú, este exquisito potaje elaborado a base de carne de pato y un aderezo con cebolla e ingredientes especiales, se servían en los grandes banquetes que se efectuaban en las antiguas haciendas de Huaral.
Si bien no se conoce fecha exacta de su nacimiento ni de su autor, el pato en ají sigue siendo el potaje infaltable en cuanta reunión familiar se organiza en la provincia de Huaral.
El pato en ají siempre va acompañado de una buena porción de frejoles, arroz blanco, yucas y una afrodisiaca sarza a base de cebolla y ajíes cosechados en los campos de la capital de la agricultura.
Antiguamente para la elaboración de este plato las familias huaralinas solían criar las aves en los corrales de sus casas y los alimentaban solamente a base de maíz, según decían para que su carne mantenga su color amarillo natural y su agradable sabor.
Otra de las razones que hace delicioso a este potaje, es que mayormente se cocina en base a leña de naranjos, huarangos u otros troncos de frutales que abundan en los campos agrícolas de Huaral.
Esta costumbre netamente huaralina ha ido pasando de generación en generación, incluso traspasando sus fronteras y haciéndose muy famoso en otras provincias del norte chico.