En extrañas circunstancias que aún son materia de investigación, el cuerpo sin vida de un menor de 13 años de edad, reportado como desaparecido desde hace seis días, fue hallado en un cerro de Ancón.
El pasado 20 de noviembre el escolar de iniciales J.G.C.C. desapareció cuando iba con dirección a su colegio Villas de Ancón, lugar hasta donde sí habría llegado, pues algunos testigos afirman que lo vieron en los alrededores.
Su madre puso la denuncia 4 días después y desde entonces la búsqueda de la Policía se intensificó con la ayuda de los pobladores del asentamiento humano Villas de Ancón, quienes el día de ayer realizaron una intensa jornada en los cerros de la zona que se extendió toda la noche con el fin de dar con el paradero del menor.
Y no fue sino hasta las 9:40 a.m. de este martes que a la altura del kilómetro 53 de la Panamericana Norte, al margen derecho en sentido Sur a Norte a 3 kilómetros al Este, que un grupo de moradores lo encontraron muerto.
Testigos contaron a La República que el hallazgo se dio luego que al parecer una extraña cuenta de Facebook alertara sobre la presencia de un perro muerto entre los cerros. Cuando hicieron la búsqueda, efectivamente dieron con el animal, pero no con el escolar.
No obstante, sí se percataron de un fuerte olor de putrefacción en la zona, por lo que cuando escarbaron hallaron el cadáver del menor, quien estaba vestido con el uniforme escolar y presentaba evidentes signos de descomposición.
Los pobladores, quienes fueron lo que hicieron el hallazgo, afirmaron que el cadáver presentaba signos de tortura, tales como fuertes golpes en el rostro y espalda, los dedos casi destruidos y un profundo corte en uno de los brazos.
Creen que el cadáver habría sido enterrado inicialmente en otro lugar, pero removido por los asesinos en horas de esta madrugada.
Hasta el lugar se hizo presente personal de la comisaría de Ancón que constataron la muerte del menor y acordonaron la zona a la espera de la llegada del representante del Ministerio Público y peritos en Criminalística de la Depincri de Ventanilla que iniciaron las diligencias correspondientes.
Tras el terrible hallazgo, los pobladores del asentamiento humano piden mayor presencia del Estado en la zona, pues aseguran que la delincuencia los ha tomado por asalto, pero sobretodo hay un aumento de casos de menores de edad involucrados en el tráfico de drogas que siempre tratan de involucrar en a sus compañeros en el ilícito negocio.
Tal es así, que una madre de familia reveló que en el colegio Villas de Ancón hay gran cantidad de casos de bullying, del cual su hijo fue víctima porque se negó a consumir estupefacientes. Ella tuvo que trasladarlo hasta una institución educativa privada, pero el menor aún ha quedado con el trauma de la violencia sufrida por sus compañeros.
