Un reportaje periodístico de «Punto Final» en televisión reveló que los ciudadanos venezolanos con menores en los brazos que, mayormente, se ubican en los puentes pueden recaudar hasta 200 soles diarios.
Uno de los venezolanos, que estaba pidiendo dinero con su hijo en brazos, se excusó mencionando que tuvo que salir con el menor porque no se quedaba «con la mamá quieto». Sin embargo, cuando fue consultado por qué no lo dejaba con su progenitora y el salía a trabajar, esquivó la pregunta.
«Tenemos que hacer para el hospedaje, tenemos que hacer para comer, tenemos que hacer para los remedios», comentó el joven, quien fue abordado con una cámara escondida por el programa dominical.
Otros venezolanos que están en el país, consultados por Punto Final, dijeron que sus compatriotas dan una mala imagen a los peruanos, pues «son niños y no deben trabajar».
Yuri Napuri, comandante de la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes, informó a Punto Final que existe un «aprovechamiento ilegal de la mendicidad que se vuelve un delito de trata de personas».
«Es ilícito cuando hay una explotación del menor, es decir, voy y traigo a mi hijo o traigo a mi sobrino. También hay organizaciones que alquilan menores y los usan para enriquecerse de manera ilícita», dijo Napuri. Este método es muy utilizado en Colombia donde varios ciudadanos venezolanos ya han sido detenidos.
«Tú vas al cono norte, vas a ver una gran cantidad de extranjeros con sus hijos, personas que pueden trabajar libremente, pero saben que más rentable es la mendicidad. Personas que pueden sacar 150 soles diarios o 200 soles, aprovechando la condición de los menores», concluyó Napuri.