Una especie de anguila eléctrica, descubierta en las aguas dulces de la Amazonía, es capaz de enviar descargas de 860 voltios, lo más potente jamás registrado en el mundo animal, según un estudio publicado este martes.
La “Electrophorus voltai” fue localizada en Brasil y sus descargas pueden contener 200 voltios más que la especie más potente hasta ahora conocida, la “Electrophorus electricus”.
Conocidas desde hace más de 250 años, las anguilas eléctricas, que pueden medir hasta 2,5 metros, estaban hasta ahora clasificadas en una sola especie por los científicos.
Pero el descubrimiento de esta y otra especie evidencia hasta qué punto se desconoce todavía la riqueza de la biodiversidad en la Amazonía, según este estudio llevado a cabo en Brasil, la Guayana francesa, Guyana y Surinam, publicado en la revista Nature Communications.
El hecho de “poder hallar nuevos peces de semejante tamaño en los bosques amazónicos pese a las actividades humanas que sufren desde hace 50 años, muestra que quedan todavía múltiples especies por descubrir, muchas de las cuales podrían servir para la investigación médica” o para avances tecnológicos, dijo a la AFP Carlos David de Santana, del Museo de Historia Natural Smithsonian de Washington, quien dirigió la investigación.
El hallazgo «refuerza la necesidad de preservar la mayor reserva de biodiversidad del planeta«, añadió el investigador.
Las anguilas eléctricas, que pese a su nombre se parecen más a los peces que a las verdaderas anguilas, apasionan a los científicos por su capacidad de producir electricidad, logrando paralizar a sus presas mediante un mecanismo de electrochoque.
Su anatomía inspiró al físico italiano Alessandro Volta, inventor de la primera pila eléctrica, la voltaica, en 1799. También sirvió para la investigación de enfermedades neurodegenerativas y, más recientemente, para la pila de hidrógeno en los implantes médicos.
arlos David de Santana y su equipo descubrieron las dos nuevas especies estudiando el ADN de 107 especímenes.
La potencia de la “Electrophorus voltai” podría explicarse como una forma de adaptarse a su medio acuático, situado en altiplanos, donde la conductividad eléctrica es débil.