Unos 100 repartidores a domicilio de Rappi quemaron sus llamativas mochilas naranjas frente a las oficinas de la empresa en el norte de Bogotá, Colombia, para exigir mejores condiciones laborales y que la empresa se haga responsable de su salud en caso de sufrir un accidente. La protesta generó reacciones en las redes sociales después de que estos repartidores a domicilio quemaron sus maletas y se agolparan a las puertas de la sede de la compañía.
Rappi, que nació en 2015 en Colombia como una «startup» de entregas a domicilio, es actualmente una plataforma de servicios multiuso que tiene además operaciones en Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Uruguay. La empresa respondió a los hechos a través de un comunicado en el que rechaza «categóricamente cualquier acto o vía de hecho que altere el orden público y que ponga en riesgo a la ciudadanía» y se mostró abierta a «entablar un diálogo constructivo sobre las bases del respeto y una vez cesen las vías de hecho».
“Se están llenando los bolsillos”
En declaraciones a la emisora de radio La W, uno de los manifestantes aseguró que protestaron por «las irregularidades que se presentan con el pago de los domicilios» que están realizando. «Es algo injusto lo que recibimos por cada domicilio. Quienes se están llenando los bolsillos son ellos. Uno es el que tiene el trabajo en la calle», dijo este «rappitendero», como se conoce en Colombia a estos repartidores.