Cuando el frío se sentía hasta en los huesos, a las 2:00 a.m. de ayer comenzó el “operativo sorpresa”. Trece mamitas ambulantes, que trabajaban de madrugada en las calles de la región Junín, fueron “intervenidas” por tres agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP). Esta vez la detención no fue por invadir las calles, sino para recibir regalos por el Día de la Madre.
La mayoría de las mujeres intervenidas barrían las calles, vendían arvejas, papa o emoliente en las veredas de las avenidas Ferrocarril y Huancavelica, en el distrito de Chilca, en Huancayo. La primera en ser intervenida fue Jenny Tovar (42), quien se asustó al ser abordada por el técnico de primera de la PNP Orlando Espinoza Canales.
Jenny, quien tiene dos hijos, fue interceptada por el agente cuando recogía la basura. La madre pensó que iban a atacarla y se puso a la defensiva cuando un taxi se cruzó en su camino. Sin embargo, su rostro cambió cuando el policía le dijo: “Buenos días, con todo respeto, usted es madre y venimos a darle una sorpresa”.
Mientras ella sonreía, a unos metros, Maruja Puente Castro (35) empujaba su carreta de emoliente. Ella trató de escabullirse al escuchar: “Hey, deténgase”. Y cuando el efectivo Espinoza Canales apareció con la canasta de víveres, Maruja pidió a Dios que bendiga al buen policía.
Otra de las mujeres “intervenidas” fue Celia Renojo, quien al ver que extraños bajaban de un auto, cogió su escoba para defenderse.
La madre de dos hijos cambió de actitud ante el abrazo del efectivo que venía con una sorpresa. Poco después, Orlando Espinoza detuvo un carro recolector. Los temerosos pasajeros cuestionaron al policía diciendo “no hemos hecho nada, jefe”, pero el agente se acercó a Susan Tovar Loaiza (23) para entregarle una canasta llena de víveres. Rayda Acosta Vilazana (58) también recibió el presente y rompió en llanto.
Ya cuando el alba salía, Esther Torres Yapías (53), quien hace 23 años vende dulces en la calle Real, fue sorprendida por el técnico Espinoza y sus colegas Aline Paredes, Gisell Camarena y Yassira Sáenz de la Unidad de Tránsito de Huancayo.
“Estás invadiendo la vía”, le dijeron y la madre de cuatro hijos se asustó y sacó su palo para defenderse, pero acabó sonriendo cuando los agentes le entregaron una canasta, café caliente y un sándwich.
A las 6.00 horas terminó la jornada y los bondadosos policías retornaron a su centro de labores.
Durante la búsqueda de madres trabajadoras, el técnico Orlando Espinoza, considerado el “Papá Noel” que se viste de verde, contó que hace cinco años cumple esta labor benéfica, pues asegura que la felicidad de los demás es también la suya.
“Mi madre falleció hace 20 años y todo se lo debo a ella. Sé que desde el cielo me cuida y mira los buenos actos. Quiero que la ciudadanía recobre la confianza en su Policía”, señaló el agente.
