Cuernavaca. Tendida boca abajo, la reportera sintió las pisadas del pistolero que pasaron a su lado. Su rostro buscó el refugio de sus manos y cuando alzó ligeramente la vista vio danzar las balas sobre el suelo. “Tírate, tírate al suelo. Puede regresar, puede regresar”, gritaron comerciantes y periodistas que quedaron en medio de los balazos.
El homicida prácticamente le pasó por encima a la reportera para cumplir con su objetivo: matar a Jesús García Rodríguez y a Roberto Castrejón: el primero, secretario general de la Sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) Morelos, y el segundo era hijo de Roberto Castrejón Campos, primer secretario general sustituto de la CTM, aquí llamada Federación de Trabajadores de Morelos (FTM).
El atacante, un joven cubierto con una sudadera negra, disparó al menos en tres ocasiones contra García Rodríguez con una pistola calibre 9 milímetros y luego apuntó contra Castrejón, quien recibió varios impactos.