Desde el año 2017 los pobladores del anexo de Pachas en el distrito moqueguano de Chojata, buscan que la zona sea declarada en emergencia ambiental. Sin embargo, las autoridades no les hacen caso.
Está alarma se dió cuando los moradores empezaron a sentir olores fuertes entre septiembre del 2017 e inicios del 2018 cuando el color del río Coralaque cambió su color por uno de marrón amarillento. Esa fecha se hizo muestras pero esos resultados quedaron en el olvido.
A mucha insistencia, las autoridades locales lograron que se tome muestras y no se conoce los resultados. De los 20 niños (varones y damas) de primaria a los que se le hizo la muestra de orina, 19 de ellos tienen arsénico en su organismo. Solo una niña tiene mínima cantidad.
La muestra también se tomó a los estudiantes de 12 a 17 años, y el resultado es peor. Los 7 adolescentes tienen arsénico anormal en su cuerpo. Está situación tiene preocupada a la población, debido a que en la actualidad el rió Coralaque donde afloran las aguas de la minera Aruntani SAC, cambió su color y sigue amarillento.
Es de recordar que en el año 2017, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), encontró 17 zonas donde la minera vierte sus aguas ácidas al río. Al parecer, hay un silencio cómplice de parte de los funcionarios de las entidades de Salud y autoridades regionales.