Un verdadero éxodo de la población de Caraz, de cerca de 30 mil habitantes se produjo en horas de la noche de ayer miércoles 23, cuando una alarma de aluvión procedente de la laguna de Parón alarmó a los pobladores y sus autoridades, que tomaron la decisión de evacuar hacia la zona del cementerio municipal ubicado en las faldas del cerro San Juan.
El paso de un ruidoso huayco por la quebrada del río Llullán (al norte de la ciudad), contribuyó a exacerbar los temores de la población, que en muchos casos utilizó sus vehículos particulares para fugar hacia Yungay.
Por las principales calles de la ciudad discurría el lodo proveniente de una acequia colapsada, contribuyendo a aumentar el temor de la gente.
Pasado el susto y los momentos de incertidumbre, un comunicado del COER Ancash argumentando los acontecimientos, devolvió la tranquilidad, pero indicando mantenerse alertas ante cualquier caso adicional.