Son multicolores y refrescantes, pero pueden esconder un grave riesgo. Especialistas del Instituto Nacional de Salud (INS) alertaron que productos como raspadillas, marcianos, gelatinas y cremoladas vendidos de manera ambulatoria pueden estar elaborados en condiciones insalubres.
Según Antonio Castillo, nutricionista del INS, muchas personas desconocen que estos ricos productos helados podrían estar hechos con agua contaminada, hielo industrial (agua no tratada) y, además, al estar expuestos a la polución del aire con bacterias, pueden desencadenar fuertes problemas estomacales.
Incluso, aseveró que “si no se cumple con una buena práctica de higiene, estos productos podrían contener coliformes fecales, debido a la contaminada manipulación de quien los vende”.
En ese sentido, manifestó que entre los males que esto puede acarrear se encuentran las diarreas, náuseas y vómitos, además de problemas más graves como enterocolitis (inflamación del tracto digestivo), gastroenteritis, padecer de salmonella y hasta de hepatitis A.
“Estos productos pueden ser fuente de millones de bacterias que se confunden entre sus llamativos colores, formas y sabores”, recalcó Castillo. Ello debido a que los ambulantes que preparan y venden estos productos no usan guantes o mandil, facilitando que el sudor propio del cuerpo se adhiera a las bolsas de plástico o vasos descartables.
Por ello recomendó a la población consumir productos manufacturados, con registro sanitario, y debidamente embolsados, o en todo caso refrescos naturales hechos en casa, previamente congelados, hechos a base de fruta lavada o alguna infusión helada.