Colombia alberga actualmente más de un millón de venezolanos. Entre ellos, algunos son explotados u obligados a prostituirse, filmar material pornográfico o traficar con droga. Una de las migrantes venezolanas, Alexandra, fue captada por una red de explotación sexual. La desgarradora historia de la mujer que fue forzada a grabar vídeos para adultos
Ella y su hermano salieron de Venezuela para enviar recursos económicos a su familia. En la casa de Alexandra se comía una vez al día y habían niños pequeños. Cuando llegaron a Barranquilla, Colombia, él trabajó en un restaurante y ella se dedicó a la venta de golosinas. Poco después, el hermano de Alexandra fue detenido y ella se quedó sola. “Una venezolana que conocí por el barrio me dijo que le habían contado de una casa donde daban una pieza y comida a cambio de estar desnuda frente a una cámara”, contó Alejandra, según recogió Infobae.
Ese fue el primer contacto que tuvo con la red de explotación sexual en Colombia. Cuando Alexandra se reunió con ellos, le ofrecieron una cédula, un cuarto y dinero a cambio. En la casa había juguetes sexuales y computadoras con cámaras web. Sin embargo, nada de lo ofrecido era cierto.
No contaba con un cuarto, sino con un espacio que debía compartir con otros 30 venezolanos. Trabajaban ocho horas y recibían 65 dólares por mes. De ese dinero le descontaban el costo de las tres comidas y el alquiler. Además, no dejaban salir a las víctimas de explotación sexual en Colombia y por supuesto, nadie estaba tramitando ninguna cédula de identidad.
Al inicio podía mostrarse sola ante la cámara web. Después de unos días la forzaron a tener relaciones sexuales con sus compañeros. “Una se siente sucia, sabía que tenía que salir de ahí”, dijo Alexandra, según el medio citado. Ella fue rescatada por la policía de Colombia. Alrededor de 60 venezolanos fueron liberados. Dos falsos religiosos eran los que estaban a cargo de la red de explotación sexual.
LR