En estos días se vive una conmoción total en Argentina. El padre de un menor de 7 años, que fue víctima de violación, asesinó al hombre que cometió el abuso sexual. Luego de ello pasó a entregarse a la Policía. El sujeto fallecido contaba con otras seis acusaciones por el mismo delito.
Darío Fernández de 36 años tenía seis denuncias por el mismo accionar en contra de seis menores de edad. Ante esto, el padre de la víctima, identificado como Jonathan, no dudó en hacer justicia por sus propias manos y atacó al hombre que se había aprovechado de la confianza que tenía con su hijo.
Al respecto, la exesposa del hombre que se encuentra preso, confesó que, una vez enterada del abuso por el que había pasado su hijo, no dudo en contárselo al padre del menor.
«Mi nene me contó el lunes lo que había pasado, e inmediatamente se lo conté al padre, esto desencadenó que hiciera justicia por mano propia de la furia que le agarró. Después vino a la comisaría y se entregó», aseguró Rocío, la madre del niño, en conversación con el medio argentino Crónica.
Entre sus declaraciones, la madre de familia comentó que le mintió a su hijo y le hizo creer que había hablado con Darío y que le había confesado todo.
“La noche del crimen le mentí a mi hijo, le dije que había hablado con Darío y que me había contado toda la verdad. Ahí es cuando el nene reaccionó sorprendido y me dijo: ‘¿Cómo hablaste con él?, si me dijo que no te diga nada’. Mi hijo me contó que Darío lo tocó, que le había bajado los pantalones y que le compraba gaseosas y golosinas para atraerlo”, sentenció.
Más adelante, dejó entrever que algunas de las seis víctimas que pesan contra Darío Fernández, estarían sus propios sobrinos.
“Yo sospechaba que Darío manoseaba a los nenes acá en el barrio. Mi nene me contaba que le hacía lo mismo a un tal Lautaro pero nunca imaginé que le podía tocar a mi hijo. Yo sabía que algo andaba mal, que algo me tenía que contar, el ya venía mal en el colegio”.
Ante esto, los vecinos de la localidad bonaerense de Lavallol, en Argentina, mostraron su respaldo al padre del menor de 7 años, y además exigieron su inmediata liberación.
Al parecer entre las víctimas de Fernández se encontraban sus propios sobrinos. Esto explicaría por qué ningún familiar reclamó la muerte del violador, según señaló un vecino para el diario argentino.