Una modelo venezolana, identificada como Jennifer Ramírez, de 39 años, fue asesinada en su vivienda en Cucutá, Colombia. Tras cinco días de su muerte, vecinos alertaron a las autoridades que fuertes olores emanaban del departamento de la mujer.
Cuando se produjo la intervención policial en la vivienda de la modelo, las autoridades hallaron al hijo de dos años de Ramírez al lado de su cadáver. El menor presentaba una infección y signos de desnutrición. Además, fue hallado con gusanos en la boca y estaba sucio.
La policía local cree que la mujer habría sido asfixiada en su departamento y maneja otras hipótesis sobre el crimen. Una es que ladrones habrían ingresado a su vivienda a robar, pero no encontraron documentos ni objetos de valor. Otra es que la mujer habría sido amenazada de muerte un día antes del asesinato, que ocurrió el 20 de agosto.
Una última hipótesis de las autoridades es que el hombre el hombre que la acompañaba habitualmente a su casa habría sido el autor del asesinato.
El bebé sobrevivió
Para la policía significó un hecho curioso que los vecinos no hallan escuchado antes los llantos del menor de dos años, quien solo se había alimentado con unas tortas y agua horas antes del crimen.
Tras el fallecimiento de su madre, las autoridades pusieron al bebé bajo la tutela del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. En tanto, recibe un tratamiento médico para superar una infección en las mejillas y se espera su pronta recuperación.