Durante diez años, Carlos Recio «trabajó» de jefe de una unidad bibliográfica en el edificio del Archivo de Valencia en España. Empleo que él mismo creó y por el cual percibió alrededor de 50 mil euros al año (aproximadamente 16 mil soles al mes).
Pero para sorpresa de las autoridades que investigan el caso, no se encontró registro de que exista una sola publicación o edición de su autoría en una década de carrera.
El periódico español La Sexta, afirma que el funcionario llegaba cada día a su trabajo a las 7:30 a. m. para marcar su entrada, pero inmediatamente se retiraba de la oficina para «cumplir su función».
“Yo hago una labor de documentación fuera de la oficina, un trabajo de negro”, dice el denunciado.
El funcionario sostuvo que su trabajo consistió en documentar y publicar archivos que estaban fuera de la oficina del Archivo de Valencia de España, argumento que los investigadores han rechazado debido a que no existe una prueba fehaciente de que el trabajo haya sido realizado.
El caso fue denunciado por el El Mundo, diario que tras presionar a la administración pública de dar un explicación, logró que se abra una investigación que ha culminado con la suspensión de Carlos Recio de su cargo por un periodo de 9 años.
La República
