Doris Luzmila Marrujo Sánchez es la madre de los niños envenenados por Pedro Emir Gonzales Conde, su ex pareja y padre de los menores. Según el testimonio de la mujer, el sujeto estaba en enfermo. No solo la agredía físicamente, sino que la tuvo prisionera por muchos años, motivado todo por sus “destructivos celos”.
Fue ella quien encontró a sus hijos sin vida. En declaraciones a Punto Final, Marrujo Sánchez narró que vio a sus hijos tirados en el piso y al costado a Emir, aún con vida. Al lado, una botella de yogurt que había mezclado con raticida. Primero les dio de beber el líquido a los menores y luego él mismo tomó de la botella. El sujeto también moriría.
Dos días antes el sujeto la había golpeado y echado de la vivienda que ambos compartían en la avenida Héroes del Cenepa, en San Juan de Lurigancho. Sin embargo, el tormento empezó mucho antes. Llevaban juntos 11 años, pero solo los primeros meses fueron felices. Al poco tiempo y de forma gradual, Emir empezó a hostigarla con los celos. Llegó al punto de prohibirle hablar con hombres y de no permitirle trabajar, etc.
“Cogía mi celular, bloqueaba y eliminaba mis contactos. Yo le hacía caso en todo, primero, para llevar la fiesta en paz, luego ya con mucho temor”, comenta. Meses después le quitó el celular y la mujer quedó incomunicada.
Dijo que el 2016 casi la mata. “Me puso una bolsa en la cabeza e intentó asfixiarme”, contó. Ello pasó luego que ella lo denunciara en la comisaría de Breña por maltrato. Tras la última pelea, ella se fue de la casa pero nunca imaginó que el sujeto sería capaz de matar a sus hijos.
“Ellos estaban separados desde hace dos años, porque Emir constantemente la golpeaba”, había contado hace un día la abuela de los niños, Ita Sánchez. Según dijo, también era agresivo con los menores, a quienes castigaba físicamente.
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