Santiago de Chile. El sábado, un brutal hecho que ocurrió en la comuna de Los Andes remeció a Chile. Una menor de apenas un año y siete meses fue golpeada y violada hasta la muerte por, presuntamente, la pareja de su tía identificado, como Andrés Espinoza (30).
Ese día, la pequeña Ámbar Lazcano fue llevada con graves lesiones al Hospital de San Camilo, a 78 kilómetros al norte de Santiago de Chile. Andrés Espinoza y su pareja le dijeron a los médicos que la menor se había caído de la cama.
La niña no resistió y falleció en el hospital. Después de examinarla, los médicos determinaron que fue víctima de agresión sexual que le provocó la muerte.
La niña estaba bajo la tutela de su tía por orden del Servicio Nacional de Menores (Sename) debido a que su madre no podía hacerse cargo de ella aparentemente por problemas de drogas, según el sitio de noticias 24 Horas.
El doctor Álvaro Retamal, pediatra del Hospital San Camilo, quien atendió a la bebe antes de su deceso, lamentó profundamente el hecho y apuntó a la importancia de la prevención, más que poner el énfasis en castigar este tipo de hechos con la pena de muerte.
El pediatra expuso el tema a través de su cuenta de Facebook: «Que fácil es enojarse y pedir pena de muerte para un monstruo como este, criminal… Y es que es fácil enganchar con esta idea. Cuando tuve a Ámbar Lazcano en la unidad y luchábamos por su vida, cuando veías su cuerpo frágil, sus manitos, cuando medio de todo te dabas tiempo de acariciar su cabecita golpeada y decir que viviera porque nunca más que alguien le hiciera daño«, escribió.
«Cuando tienes la oportunidad de decirle en voz baja y que nadie escuche que viva por favor que no tenga miedo porque hay en esta Tierra personas que estamos dispuestas a quererla… que los tíos y tías que la recibimos en los Andes, que la trasladaron en la ambulancia, que la cuidaron en urgencia en Pabellón mientras se operaba, y nosotros en la UCIP»
«Todos nosotros, desde el que hace el aseo hasta los médicos que a veces toman esa fría distancia para no empaparse de tanto dolor… todos estábamos sufriendo acompañando a este bello angelito… y claro con ganas de que él perpetrador sufriera lo indecible por lo que hizo…»
«Ámbar descansó finalmente de una vida que solo conoció el dolor… yo tomé sus manitos cuando partió y sin ser nada… sin ser digno de hacerlo la bendije, solo porque yo estaba ahí y no un sacerdote, no su padre».
Sin embargo, el médico se mostró en contra de quienes piden la pena de muerte para el violador de Ámbar. «Lo que siento ahora no es deseos de que maten a nadie, cuestión que no soluciona nada. Hoy siento que debimos haber estado ahí, antes que todo pasara para Ámbar y para tantos otros. Más fácil pedir pena de muerte…».
«Lo que siento hoy no es deseos de que maten a nadie, cuestión que no soluciona nada… hoy siento que debimos estar ahí… antes que todo pasara para Ámbar y para tantos otros… más fácil pedir pena de muerte… pero porque no convertimos tanto odio en Amor y protección para nuestros niños… ¿Por qué ellos son de sus padres pero también de todos los que callamos, no sabemos o no queremos saber que pasa con ellos.. el llamado tiene que ser a organizarnos para proteger a los niños que nos rodean en este Valle entre cerros y cordillera eso si puede ser de ayuda?… pedir la muerte de un monstruo solo un desahogo».
El Comercio