Un conjunto de audios, difundidos por el programa “Cuarto Poder”, complican la situación de la congresista Lizbeth Robles, integrante del bloque de Kenji Fujimori. De acuerdo a las grabaciones, su pareja Edward Rojas Rugel, contrató a Sara Milla y José Altez como asesores I y II en su despacho con la condición de que les entregará el 50% de sus sueldos.
Este acuerdo fue aceptado inicialmente por ambos ex asesores, pero cuando Rojas comenzó a cobrarles el 50% de sus aguinaldos y bonificaciones, incluyendo la de Navidad y escolaridad, ellos le comenzaron a reclamar.
“Edward, yo lo único que te he pedido es lo siguiente, lo demás sigue igual como tú me has dicho, tú me dijiste 4 mil [soles] para ti y lo demás es mío. Ahora tú me dices después el aguinaldo”, manifestó Milla en una conversación que tuvo con el también padre del hijo de la parlamentaria Robles, quien renunció a Fuerza Popular.
En otro momento de la conversación, Rojas Rugel le dice a Milla que si ella ingresó a trabajar hace ocho meses al despacho de Robles fue por “amistad”.
“Yo te he puesto por la amistad que tengo contigo, porque yo he podido poner a cualquier con el precio, el precio que yo le pagase a cualquiera que no reúna los requisitos, yo lo hacía. ¿Y por qué te ofrecí ese precio? Porque te pregunté cuánto ganas. [Y te dije] te pago tanto y listo”, manifestó la pareja de la autodenominada “Supergirl”.
En declaraciones al dominical, Milla afirmó que Rojas no solo entraba y tomaba decisiones dentro del mismo despacho congresal, sino que se ufanaba de tener tanto o más poder que la misma Lizbeth Robles.
Altez, el otro ex asesor de la congresista Robles, también grabó a Rojas. En uno de los audios, este le reclama que no le haya “pagado” en dos meses.
Su historia es similar a la de Milla, pero él ingresó a trabajar desde el primer día de la legislatura. Es ingeniero y no conocía a la parlamentaria, pero sí a su pareja.
Altez les prestó su camioneta para apoyar a Robles durante la campaña y cuando ganó se convirtió en asesor II con un sueldo de S/7.789. “Él [Edward Rojas Rugel] manifiesta que la congresista y él habían gastado demasiado en campaña y que había que retribuir un pago mensual por lo menos un año para que puedan recuperarse”, refirió.
Ambos ex asesores señalan que la congresista Lizbeth Robles sabía de los cobros que hacía su pareja.
La entrega del 50% de los salarios y bonificaciones fue en efectivo, sin transferencias para no dejar rastro.
Milla y Altez señalan que cuando decidieron no pagarle más a Rojas, la parlamentaria Robles les comunica a ambos que se darían cambios en su despacho y los despide.
El programa “Cuarto Poder” intentó comunicarse con Lizbeth Robles, pero ella optó por no declarar. Solamente señaló, por medio de un mensaje de WhatsApp, que se encontraba delicada de salud.
El Comercio