Con un tuit, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, informó que el presidente Nicolás Maduro asistirá a la VIII Cumbre de las Américas, encuentro que se realizará en Lima el 13 y 14 de abril y que tendrá como título “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”.
Arreaza ratificó así la posibilidad que había dejado abierta el propio Maduro el 13 de enero, cuando comentó que esperaba la autorización de los países del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) para viajar al Perú.
“El presidente asistirá puntualmente para defender la soberanía de nuestra América Latina y caribeña, y para reunirse con el combativo pueblo del Perú”, refirió Arreaza ayer.
No solo eso. El canciller venezolano publicó la carta de invitación que el presidente Pedro Pablo Kuczynski envió el 11 de noviembre pasado a Maduro, la misma que ha recibido el resto de mandatarios del continente para la cumbre.
En el documento le dice que “su participación será crucial para alcanzar los resultados concretos necesarios, en beneficio de los pueblos de las Américas”.
Fuentes de la cancillería comentaron a este Diario que si bien Arreaza ha anunciado la llegada de Maduro, este aún no responde de manera formal a la invitación. La canciller Cayetana Aljovín ha dicho que mientras eso no ocurra no opinará del tema.
Hasta el cierre de esta nota, Maduro no se había pronunciado sobre su participación en la cumbre.
Hace dos días, el presidente del Congreso, Luis Galarreta, envió oficios a la cancillería y a la OEA advirtiendo de la “inconveniencia” de la participación del mandatario venezolano en la cumbre.
En tanto, el vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, Víctor Andrés García Belaunde, señaló que, más allá de sus discrepancias con el régimen chavista, el Perú no puede impedir que el presidente venezolano venga porque sería “antidiplomático”. Agregó que no se puede discriminar a nadie.
Otra moción para que se declare a Maduro persona no grata ha sido firmada por miembros de Fuerza Popular, Peruanos por el Kambio, el Partido Aprista y Acción Popular, pero no por representantes de la izquierda.
El vocero de Nuevo Perú, Alberto Quintanilla, dijo a este Diario que “no es conveniente vetar a Maduro” porque siempre se debe dialogar con los gobernantes pese a las diferencias.
—¿Se verá con Trump?—
Para el analista internacional Óscar Vidarte, Maduro tiene suficientes incentivos para venir, entre ellos la oportunidad de tener al frente a su homólogo estadounidense Donald Trump, a quien podría cuestionar personalmente. Este último aún no confirma su asistencia.
Vidarte añadió que Maduro también sabe que su presencia será rechazada por los sectores políticos y por la sociedad civil.
Además, consideró que la publicación de la carta que PPK envió a Maduro no es gratuita y busca dar a entender que el Perú no tiene razones para impedir que la autoridad venezolana venga a Lima. Por ello, cree que no tendría sentido retirar la invitación porque la situación en Venezuela es la misma. “Y si se cuestiona la presencia de Venezuela por temas de democracia, también se podría cuestionar a Honduras y a Cuba”, refirió.
La activista venezolana radicada en Lima Paulina Facchín informó a este Diario que sus compatriotas alistan una marcha contra Maduro durante la cumbre.
Dijo que entiende que el Perú tenía la obligación de invitar a todos los presidentes de la región, incluido Maduro, a quien se refirió como “un violador de derechos humanos”.
—Reunión en Palacio—
El presidente Kuczynski y el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, se reunieron ayer en Palacio de Gobierno.
Tras la cita, Tillerson agradeció el liderazgo del Perú en el Grupo de Lima, que se pronunció sobre la situación de Venezuela.
“Intercambiamos ideas sobre lo que podemos hacer para lograr que Venezuela vuelva a su ruta”, dijo. Kuczynski indicó que el Grupo de Lima está listo para pronunciarse sobre las elecciones en Venezuela. Agregó que el Perú y EE.UU. esperan que la Cumbre de las Américas fortalezca la lucha por la democracia en la región.