Poco antes de las ocho de la mañana del último viernes, efectivos de Serenazgo del Cercado de Lima llegaron hasta el jirón Camaná, cerca de la sede del Hospital de la Solidaridad. Allí protagonizaron un vergonzoso y repudiable acto que ha indignado a más de uno.
Casi 10 efectivos del personal de Serenazgo, acompañados por un fiscalizador de la Municipalidad de Lima, intervinieron a una mujer que se dedicaba a vender jugo de naranja en el Jirón Camaná del Cercado de Lima.
Por la fuerza, los agentes tomaron el carro donde la mujer colocaba las naranjas y se lo arrebataron de manera violenta. Incluso, no les importó que el hijo de la vendedora ambulante, un menor de edad, se encontrara en medio del jaloneo.