Esta madrugada se realizó una nueva megaoperación conjunta entre la Policía Nacional del Perú y el Ministerio Público. Esta vez, permitió la desarticulación de tres peligrosas bandas dedicadas al robo, extorsión y sicariato, que sembraban el terror en San Juan de Lurigancho. Los cabecillas operaban desde la cárcel.
La operación denominada «Ocaso 2017», en la que participaron 260 efectivos policiales y 18 fiscales especializados en crimen organizado, permitió la detención de, hasta el momento, 37 personas.
El ministro del Interior, Carlos Basombrío, quien llegó al lugar a inspecciones el desarrollo de las intervenciones, explicó que las tres bandas criminales no tenían vínculos entre sí pues se dedicaban a distintos tipos de delitos; sin embargo, si algo tenían en común era que sus cabecillas operaban desde la cárcel.
“Los injertos de San Juan de Lurigancho” era una banda dedicada al robo de vehículos y a la extorsión. Entre los detenidos se encuentra Hienz Jhenrry Alan Barzola, alias ‘Tocha’, pues su cabecilla monitoreaba todas las acciones delictivas de la banda desde un penal de Lima.
Según detalló el ministro, se llevaban los automóviles de gente de escasos recursos económicos y luego les exigían dinero a cambio de devolverles. “Su objetivo era gente muy humilde, taxistas que viven de su trabajo. Por lo menos esta organización ha robado 75 vehículos”, informó el titular del Interior.
La otra banda era “Los sicarios de San Juan de Lurigancho”, dedicada al tráfico de droga y asesinato. “Esta organización es relativamente nueva, operaba sobre todo en el asentamiento humano Juan Pablo II”, comentó Basombrío. La Policía allanó la celda del cabecilla Leonardo Aliaga Quispe, alias ‘Cachaco’, además de otras viviendas. Se detuvieron alrededor de 11 personas.
Finalmente, se desarticuló a “Los patrones de San Juan de Lurigancho”, banda dedicada al tráficos de drogas, usurpación agravada, extorsión y sicariato, responsable de al menos 11 homicidios La Policía arrestó a 17 de sus miembros.