La vendedora de canchita “Pop corn” Martina Laveriano, pasó el susto de su vida la tarde del pasado jueves, cuando por error de ella misma, la cocina en que prepara las canchitas, explotó intempestivamente, causando daños a su carretilla de expendio y llamando la atención de los transeúntes.
El hecho ocurrió en la calle Luis Colán, a escasos metros de la Plaza de Armas, frente a la tienda de Coco Watanabe. La señora Martina había prendido el primus de su carrito, pero no ajustó correctamente la tapa del depósito de kerosene, por lo que éste al calentarse, elevó su presión volándola con inusitada fuerza y ocasionando un pequeño incendio con el kerosene que también salió expulsado del tanque.
Como resultado del percance, se rajó la luna de su carretilla, se dañó su pequeña balanza y parte de su mercadería terminó regada en la pista; por fortuna no se registraron daños personales.
Con información Libertad de Opinion
