La madrugada del 25 de setiembre pasado, efectivos de la policía de Huaral hacían un patrullaje habitual por el centro poblado Las Casuarinas (a 3.5 km. al norte de la ciudad de Huaral), encontraron tirada a un lado de la carretera y cerca al Restaurat ‘El Rancho de Robertin’ a una fémina identificada como YESICA VILMA QUISPE QUISPE (36), con el rostro destrozado y lleno de hematomas. Tenía tres tajos profundos a la altura de la ceja derecha, un colgajo en la parte trasera de la cabeza y numerosos cortes en el cuello y brazos. La blusa blanca que vestía estaba teñido de rojo.
Cuando los agentes trataron de levantarla para llevarla a un hospital, ella rogó: “¡Ya no me pegues más, por favor, ya no me pegues!”. Los efectivos le dijeron: “Somos policías. Te vamos a llevar al hospital. ¿Cuál es tu nombre?”, le preguntaron los suboficiales. La mujer no atinó a responder nada. No podía abrir los ojos. Se abrazó así misma y se quedó callada. Los agentes la subieron al patrullero y la condujeron al hospital San Juan Bautista de Huaral, pero como no portaba documentos, fue internada como NN.
Los médicos que la recibieron se quedaron asombrados. Tras sacar las placas respectivas, descubrieron que tenía seis fracturas en el rostro, rotura del globo ocular izquierdo y edema cerebral. Su caso era tan grave que ese día por la tarde tuvieron que inducirla al coma, habiendo transcurrido a la fecha 26 días.
La víctima es natural de Moquegua y es madre de cuatro niños. El domingo 24 de setiembre, ella y su conviviente José Miguel Luciano Quineche (34) acudieron a las 6 de la tarde a la fiesta patronal de Virgen de las Mercedes en el cruce La Quincha y se quedaron bebiendo hasta la medianoche. Con varias cervezas encima, la pareja comenzó a discutir. Ella le habría reclamado en público por una infidelidad, pero el le lanzó la cerveza a la cara, la insultó y la empujó, por eso ella decidió abandonar el lugar y él fue detrás de ella.
La hermana de la víctima, Lizet Quispe, acudió a su domicilio al día siguiente a buscarla pero ella no se encontraba. En cambio, encontró a José Luciano con arañazos en el rostro. Cuando le preguntó quién le había hecho eso, el agresor respondió que su hermana, pero que él no le había hecho nada.
Sin embargo, los arañazos en su cuello la hicieron pensar que su hermana habría querido defenderse de él; según Lizet no era la primera vez que él la golpeaba, por eso de inmediato llamó a la policía.
LA BÚSQUEDA:
Lizet Quispe buscó a su hermana por todos los hospitales de la zona, hasta que la encontró en la unidad de cuidados intensivos del San Juan Bautista de Huaral, cuando la víctima ya estaba en coma. “A su hermana la han agarrado a machetazos. Traiga a la policía”, le dijeron los médicos.
La víctima se encuentra grave y está internada en el Hospital Cayetano Heredia el la ciudad de Lima.
No obstante, se espera que la víctima pronto se recupere y diga realmente quien la agredió de manera criminal.
