Un pastor evangélico fue linchado por una turba enardecida de vecinos pertenecientes al pueblo de Jicamarca, ubicado en la provincia de Huarochiri.
Luis Cucho Cabello, acusado de realizar tocamientos indebidos a varios menores de edad, vivió en carne propia la indignación de los pobladores de su localidad.
Los padres de los infantes presuntamente afectados se encolerizaron por que el sujeto podrá ser investigado en libertad. Esto llevo a que Cucho Cabello recibiera una gran golpiza, al punto de tener que esconderse bajo su cama.
La situación fue controlado por algunos agentes policiales de la localidad, quienes auxiliaron al individuo y lo trasladaron a la comisaria de la zona.
