A principios de este año, las constantes precipitaciones y huaicos por el fenómeno de El Niño Costero dejaron más de 2.000 viviendas afectadas y miles de damnificados en Lima.
Hoy, una inusual, pero fuerte lluvia de aproximadamente unos 15 minutos en la zona del asentamiento humano Nuevo Progreso de Huarochirí, en el límite de Huarochirí y Chosica, provocó la caída de lodo y grandes piedras. Una de estas rocas cayó sobre la habitación de Mariela Muñóz Cucho, de 22 años, que se encontraba atendiendo a su hijo de un año y cinco meses. Ambos perdieron la vida.
Vecinos del lugar que pudieron ponerse a buen recaudo narraron que la roca salió disparada de esa casa, localizada en la parte más alta del cerro, para caer en el techo de una casa contigua y terminar su fatal recorrido en el baño de una tercera vivienda. Justo Pérez Pizango, esposo y padre de los fallecidos, resultó solo con algunos raspones.
Al lugar de la tragedia llegó el alcalde de Chosica, Luis Bueno, quien llevó carpas para las tres familias damnificadas. Sobre la situación de las viviendas en esa zona, el burgomaestre dijo que su comuna no puede fiscalizar porque se trata de una zona que «está en limbo», pues es blanco de una disputa territorial entre su distrito Lurigancho-Chosica y Huarochirí.