«El auto iba a demasiada velocidad. Lo vi desde el puente México. Iba a unos 140 o 160 kilómetros por hora», dijo un taxista minutos después del terrible accidente que dejó una persona muerta y cuatro heridas, la mañana de ayer, en la Vía Expresa, a la altura de la Av. Javier Prado, en La Victoria.
Eran alrededor de las 6 de la mañana, cuando las cámaras de seguridad del Metropolitano registraron que una camioneta, de placa F3R-554, que iba en dirección a Miraflores, perdió el control y terminó estrellándose contra un poste. La parte lateral izquierda del auto recibió la peor parte.
Atrapados entre fierros
Tras el accidente, conductores y transeúntes que se encontraban cerca de la zona corrieron a ayudar a las víctimas, pero debido a la violencia del impacto estaban atrapadas en la carrocería. Tuvieron que pasar algunos minutos para que los bomberos las rescataran.
Entre las cinco personas que estaban dentro de la camioneta, tres fueron liberadas con signos de vida y derivadas a las clínicas Javier Prado y Ricardo Palma. Ellas son: Gustavo Castro Alarcón (20), Carolina Quintana Morena (27) y César Earl Gómez (21). En tanto, una salió ilesa y otra tuvo que ser reanimada por los paramédicos; sin embargo, murió. Se trata de Karla Cristina Quintana La Benita (21), quien era madre de un bebé de un año y medio de edad.
Pero ¿quién era la persona que conducía el auto?
Luego del choque, quien podía responder esta pregunta era la persona que salió ilesa. Ella era Romina Midori Calisaya Arizaga (24), a quien se le notaba con signos de estar bajo los efectos del alcohol.
En un inicio, manifestó que el conductor era uno de sus amigos, quien manejaba con prudencia. «Él iba a poca velocidad, más o menos a 20 o 15 (kilómetros por hora)». Dijo también que dos autos cerraron el paso al conductor y lo obligaron a virar, provocando el accidente de tránsito.
La joven, minutos después, entró en contradicciones. Primero, reconoció que el auto iba a excesiva velocidad, pero que el chofer era un hombre a quien había conocido horas antes y que les hizo el servicio de taxi. Después, contó que estaba en el asiento del copiloto. Sin embargo, las cámaras de seguridad confirmaron que ella era la chofer del vehículo.
12 años de prisión
Se conoció que todos los pasajeros eran amigos y que habían estado en una discoteca. Al salir de la fiesta, ellos salieron en dirección a la playa La Herradura, en Chorrillos, para continuar con las celebraciones.
Tras las primeras acciones policiales, por la tarde, se confirmó que el dosaje etílico practicado a Romina Calisaya Arizaga dio positivo en la comisaría de Lince. Ella presentaba 1,59 gramos de alcohol por litro de sangre; es decir, más del triple de lo permitido (0,5). Ante esto, el padre de la detenida pidió disculpas a la familia de Karla.
En tanto, la abogada de los familiares de la fallecida, Elízabeth Carmona, precisó ayer que Romina Calisaya sería acusada por dos delitos que la podrían llevar a cumplir una condena de hasta 12 años de cárcel. «Pero si se somete a la confesión anticipada, su pena se puede reducir a 7 u 8 años de prisión».
Madre trabajadora
A inicios del año pasado, Karla Cristina Quintana La Benita se había convertido en madre. En sus redes sociales se le puede ver junto a su hijo, que hoy queda en la orfandad. Ella vivía en la casa de su mamá María en el distrito de La Victoria.
Aracely, hermana de Karla Quintana, se despidió de ella a través de su cuenta en Facebook. «Gracias, gracias por ser la mejor hermana del mundo», escribió junto a una foto donde aparece la víctima y su sobrino.
Los familiares esperan que nada quede impune.
