Según el portal Web Animalistas Inependientes – Huaral, los cadáveres de 6 cerdos (2 grandes y 4 pequeños), fueron arrojados a un canal de regadío y yacían atascados en una bocatoma cerca al restaurant San Blas.
La agrupación señala haberse dirigido a las autoridades respectivas y no haber encontrado eco a su llamado, ya que se trata de un atentado contra el medio ambiente pues los animales, ya en estado de descomposición, contaminan el agua de dicho canal, que es utilizada para el consumo humano y el riego de plantaciones.