El próximo 15 de septiembre el Perú pondrá en órbita su primer satélite submétrico PerúSAT-1, el cual se dedicará a mapear el territorio nacional con una precisión de tan solo centímetros y enviará las imágenes que las entidades públicas requieran en casos de, por ejemplo, desastres naturales.
Para la Comisión Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial (Conida), este lanzamiento marcará un hito en la historia nacional, pues hasta el momento se trabajaba con imágenes generadas por dispositivos de otros países como Francia, gracias a que adquirió derechos para acceder a las imágenes tomadas por estas.
El general FAP Carlos Rodríguez Pajares, jefe institucional de Conida, señaló a La República que a las entidades del sector público del Perú ya se han entregado unas 1 500 imágenes tomadas por la constelación de la empresa francesa Airbus, lo que ha permitido aumentar las capacidades operativas de los ingenieros del Centro Nacional de Operaciones de Imágenes Satelitales (CNOIS).
Cuando el PerúSAT se encuentre en órbita, dice el coronel FAP Guevara Contreras, una de sus primeras acciones será mapear el territorio nacional.
El equipo tiene capacidad para tomar unas 300 imágenes durante cada recorrido a la Tierra, 25 de ellas mientras se encuentra sobre espacio peruano. Cada una de esas tomas tendrá como mínimo 14.5 kilómetros de ancho. El largo dependerá del «barrido» programado.
Ubicado a casi 700 kilómetros de la superficie terrestre, el satélite se desplazará siete kilómetros por segundo. A esa velocidad podrá recorrer la Tierra unas 15 veces por día, con 102 minutos de intervalo entre cada órbita. Atravesará espacio peruano como máximo cuatro veces al día, pero cada uno de estos «sobrevuelos» durará entre 2 y 12 minutos.
Ese es el tiempo que el satélite tendrá para descargar su información en la antena de la estación terrena y recibir las nuevas órdenes. Según Guevara Contreras, en ese plazo no solo se programan las imágenes a capturar, sino las maniobras para poner el aparato en una órbita segura.
Por la cantidad de combustible con que fue cargado, el PerúSAT-1 tiene un tiempo de vida estimado de 10 a 13 años. En el 2026, añade Guevara, el CNOIS deberá programar el satélite para que se coloque en una órbita de autodestrucción. Ese será su fin.