Un reciente estudio de salud mental reveló hoy que un millón 200,000 adolescentes peruanos, es decir el 16.2 %, están en riesgo de presentar una conducta adictiva a internet, tal como la que se generaría hacia las drogas o el alcohol; mientras que uno de cada 100 ya es adicto.
La investigación de la fundación Mapfre, la empresa Prevensis y el Instituto de Opinión Pública de la universidad Católica, realizada entre menores de 13 a 17 años, de colegios públicos y privados de Lima y Arequipa, advierte que la prevalencia de la conducta adictiva es mayor en hombres (17.5 %) que en mujeres (14.8 %).
La tendencia a la conducta adictiva es alta en el nivel socioeconómico A/B con 23 % (muy por encima del promedio nacional); mientras que en el nivel socioeconómico C es 12.8 % y D/E, 12.3 %. En general, el Perú tiene cifras mayores que el promedio nacional en Europa, donde la conducta adictiva está en 13.9 %.
El descuido personal y bajo rendimiento escolar son algunos síntomas de los adolescentes en riesgo; pero preocupan más los problemas psicológicos que acarrea este comportamiento: dos de cada diez exhiben síntomas depresivos y cuatro tuvieron pensamientos suicidas, 78 % presentan dificultades para concentrarse y un 52% prefiere estar solo. En los casos más graves hay pérdida de control y aparecen síntomas de abstinencia ante la imposibilidad de acceder a internet: ansiedad, irritabilidad, agresividad y depresión.
La mayor parte de los adolescentes encuestados declara estar conectado entre dos a cuatro horas cada día, pero en un día sin colegio la proporción de quienes se conectan más de ocho horas a internet sube de 2.4 % a 7.4 %. El ambiente privado del dormitorio es el espacio donde mayormente se conectan (46 %) y por lo general lo hacen desde el celular y en un número menor desde la computadora.
El estudio arroja también que las actividades de los adolescentes en riesgo de adicción son: comunicarse por correo, redes sociales, etc. (96.1 %), entretenimiento con juegos de video (70.1 %), compra y venta de servicios o productos (29.9 %) y operaciones con la banca u organizaciones estatales (17.3 %). “Llama la atención esto último dado que se trata de adolescentes. Estas actividades podrían referirse a apuestas, compra de juegos ‘upgrades’, etc.”, refiere la investigación.
El psiquiatra especialista en niños y adolescentes Rolando Pomalima advirtió que gran parte de esta problemática tiene que ver con que muchos menores se quedan solos en sus casas, debido a que sus padres salen a trabajar largas horas. Aconsejó, por ello, no perder el vínculo con los hijos, trabajar en el “apego seguro” y relacionarse de manera creativa con ellos.
“Si los padres trabajan, al volver a casa pueden dedicar su tiempo solo para sus hijos. Jugar con ellos, leerles cuentos aunque sean adolescentes y apagar los aparatos electrónicos. Y si trabajan mucho, quizá sea mejor replantear esa situación para estar más tiempo con los menores, porque es la época más importante de la vida”, puntualizó.
Prevenir es más barato que tratar
Pomalima manifestó que es mejor prevenir estas dificultades y que es necesario involucrar no solo a padres de familia, sino a docentes, prohibiendo incluso llevar celulares a la escuela. Comentó que tratar una hospitalización por afección en la salud mental puede costar 140 soles al día y de 300 a 400 soles en una clínica.
Aseguró que detrás de la adicción a internet hay un problema familiar que puede derivarse de padres ausentes, familias disfuncionales, agresiones o padres que si bien están no se relacionan mucho con sus hijos.
“Si la familia protege y cuida hará que el niño o niña tenga apego seguro y tendrá capacidad de enfrentarse a algún tipo de problemática. En cambio, si hay familias inestables, sin reglas claras, muy sobreprotectoras o muy autoritarias, los menores pueden ser muy ansiosos o ambivalentes y allí el riesgo de tener alguna adicción es mayor”, refirió.
Por su parte, para María Inés Miró Quesada, responsable del proyecto de la fundación Mapfre, el estudio busca conocer la realidad para que instituciones y autoridades tomen decisiones. “Queremos promover buena salud digital y una relación distinta con la tecnología”.
Indicó que Prevensis realizará la campaña ControlaTIC en colegios de La Molina, San Isidro, Miraflores y Surco, donde se han encontrado índices altos de riesgo a internet. “Lo más válido es llegar directamente a las personas. Será más barato prevenir que luego tratar la enfermedad. No queremos que la tecnología sea una barrera entre padres e hijos”.
Fuente Andina