Siria es un país ubicado en la orilla oriental del Mar Mediterráneo. Tiene frontera con Israel (país poderoso aliado de Estados Unidos). Está al norte de Libia e Irak (ambos bajo administración de los norteamericanos). Tiene al norte a Turquía con quien por muchos años ha mantenido malas relaciones, porque fue parte de él durante el Imperio Otomano, hasta 1918.
Tiene una ubicación estratégica impresionante por su salida al Mediterráneo. Está en un punto crítico para los intereses oligárquicos mundiales. Tiene petróleo y está rodeado por países que almacenan la mayor cantidad de petróleo del mundo.
En su litoral mediterráneo hay una base militar rusa, en Tartus, por la que ellos tienen gran interés por su gobierno y han sido sus aliados, pero recientemente habrían negociado su no intervención con el gobierno norteamericano de Barack Obama.
Siria es un hermoso lugar, donde se cruzaron grandes culturas de la antigüedad, como los romanos y los persas y aún mantiene hermosas construcciones que datan de esas épocas, pero Siria tiene un problema: su presidente Bashar Al Assad, no está alineado con EEUU ni la OTAN. No le gusta el FMI ni los poderes económicos internacionales.
Hace más de un año, un grupo de “insurgentes” iniciaron acciones militares contra el gobierno y los ciudadanos sirios. Pronto se convirtieron en un ejército que hoy cuenta con 70 mil hombres. Esta tropa está formada por mercenarios de todo el mundo, armados, entrenados, financiados y pertrechados por militares dela OTAN. Se hacen llamar “Ejército Libre de Siria” y han capturado importantes territorios de Siria.
EEUU pretende hacer creer que desde Irak interviene Al Qaeda. Nada más falso, porque ellos controlan todo el territorio de Irak. Todo el refuerzo militar y de hombres del “ejército libre” ingresa por Turquía, Irak e Israel (Armas, alimentos, asesores, suministros, hombres, etc.).
No es difícil predecir lo que sucederá pronto: Bashar Al Assad será derrotado y capturado por el “ejército libre” y será asesinado con toda su familia, como sucedió con Muamar el Gadafi en Libia. La estrategia de Libia se repite en Siria. Es lo mismo. Los mercenarios acabarán con todo lo que quede de Siria y luego el imperialismo fundará bancos, situarán bases militares de la OTAN.
Con esto, Siria desaparecerá y su pueblo quedará en profunda miseria como sucedió en Libia (que no existió con Gadafi y para lo que también usaron terroristas y mercenarios de todo el mundo. Una vez más ganará la corriente del Nuevo Orden Mundial ya solo les quedará hacer lo mismo con Irán.