Mireya Alejandra López confesó el doble asesinato, argumentando que «nadie quería» a sus hijos, ni ella tampoco. Los ahogó en una bañera y después les clavó un lápiz en el cuello para asegurarse que estaban muertos.
Una joven madre de 22 años protagoniza una macabra historia policial en Estados Unidos. Mireya Alejandra López confesó haber asesinado a sus dos hijos gemelos, sobre quienes argumentó ante los oficiales que los mató porque «nadie los quería» ni ella tampoco.
El método empleado por la mujer fue el ahogamiento en una bañera de ambos pequeños, por lo que terminó siendo arrestada el domingo en una vivienda en Avondale, un suburbio de Phoenix. De hecho, admitió que les clavó después un bolígrafo en el cuello para «asegurar que estaba muerto». Entonces los envolvió en sábanas y los puso en la cama.
Los cargos que se le imputan a Mireya López son homicidio premeditado y uno por intento de homicidio, en tanto que se le fijó una fianza de 2 millones de dólares.
El intento de homicidio hace referencia a que trató de hacer lo mismo con un niño de tres años al que se identificó como hermanastro de ella.
Según la declaración policial, López agregó que tomaba medicamentos para enfermedades mentales. La madre de López descubrió los cadáveres desnudos de los gemelos en una alcoba. Inicialmente pensó que dormían hasta que advirtió que no respiraban, de acuerdo con el documento.
La abuela solicitó auxilio a gritos e intentó reanimar a los gemelos. Después escuchó que López estaba en el baño, donde vio que tenía sumergido al tercer niño en la bañera, según el contenido.
La abuela «tuvo que quitárselo (el tercer niño) a la señora López y ponerlo en lugar seguro», agregó.
Se desconocía de inmediato si López tenía abogado para que hiciera declaraciones sobre el particular.
24horas.cl