Los cambios bruscos de temperatura pueden desencadenar un resfriado común o una gripe, que son diferentes. En el primer caso sus efectos no pasan de un malestar general y fiebre durante 3 a 4 días; en cambio, lo segundo puede traer complicaciones.
El médico internista Juan Carlos Benites explicó que cuando hay gripe, la fiebre puede llegar a los 40 grados, acompañado de dolores musculares y hasta llegar a una hospitalización si se complica y produce una neumonía.
«Esto ocurre porque el sistema de defensas actúa y se dedica a combatir el virus, pero hay otras bacterias que adquieren agresividad e ingresan al aparato respiratorio, llegando a los pulmones y se produce una neumonía», precisó en entrevista con RPP Noticias te Cuida.
El galeno indicó que la gripe sí requiere de reposo y mayores cuidados porque las defensas están disminuidas y demoran en actuar.
En ese sentido, recordó que existe una vacuna para la gripe estacional que todos debemos aplicarnos cada temporada de otoño, a más tardar en mayo. Anotó que esta inmunización se aplica en los centro de salud y es gratuita.
Precisó que, por ejemplo, una persona con un resfriado común sí podría jugar una «pichanguita» de fútbol, pero un enfermo de gripe no debería hacerlo porque su sistema inmunológico está afectado.
Finalmente, aconsejó a la población abrigarse frente a las bajas temperaturas -principalmente los grupos de riesgo como los niños y ancianos-, beber líquidos y vacunarse a tiempo.
