La cabeza de la Iglesia criticó el sistema económico mundial y aseguro que se necesitan «cambios profundos» en los estilos de vida, modelos de producción y en las estructuras de poder.
El Papa Francisco publicó la encíclica «Laudato sí. Sobre la protección de la casa común», que constituye su promer documento pontificio sobre la ecología ya que, la anterior ‘Lumen fidei’, elaborada en el 2013, solo la completó, al haber sido escrita por Benedicto XVI.
La carta del Papa, conocida como ‘encíclica verde’, por estar dedicada al medio ambiente, cogió el nombre de «Laudato sí» por ser la frase inicial del cántico de las criaturas, de San Francisco de Asís, vinculado por los católicos a la paz y pobreza.
En este documento el Papa, pidió «cambios profundos» en los estilos de vida, modelos de producción y consumo, así como en las estructuras de poder.
Entre sus principales puntos figura el «rechazo de los poderosos y la falta de interés de los demás por el medio ambiente». Además, afirmó que la «Tierra parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería».
También criticó la privatización del agua y se refirió al fracaso de las cumbres mundiales sobre el medio ambiente, en las que «el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común».
Se debe resaltar que las encíclicas son cartas solemnes sobre asuntos de la Iglesia o determinados puntos de la doctrina católica, dirigida por el Papa a los obispos y fieles católicos en el mundo. Se suele redactar en latín y traducir a las principales lenguas del mundo.
SALUDO AL PAPA
Distintas organizaciones saludaron la encíclica del Papa Francisco y respaldaron sus críticas sobre el tratamiento al medio ambiente.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) consideró un «hito» al documento. «Nunca un Papa habló tan directamente sobre el medioambiente», afirmó Martín Frick, director de la división de Clima de la FAO.
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, aseguró que «en este año decisivo en la lucha contra el cambio climático (COP 21), ese gesto (la encíclica) sin precedentes contribuirá a reforzar la movilización de la comunidad cristiana y al conjunto de ciudadanos que son sensibles a los mensajes del Papa».