Prácticamente volvió a nacer. La joven huachana , Maritza Bazan Ascencio, narró en exclusivo como se libró de una muerte segura en el ómnibus de la empresa Murga Serrano que quedó destrozado tras el accidente en la carretera en Huarmey.
La joven evangélica, miembro del Movimiento Misionero Mundial, viajaba en unos de los últimos asientos, pero al llegar a Huacho decidió bajarse e ir a su casa, sin imaginar lo que iba a pasar horas después en la panamericana norte, sector de Las Culebras, Huarmey.
“En el trayecto íbamos cantando alabanzas, canciones de Dios, nunca nos imaginamos que este sería el último viaje” contó la preocupada joven.
Lamentó la tragedia de sus hermanos pastores y piensa ir al velatorio, pues todos eran miembros sexta religiosa movimiento Misionera Mundial, que tiene sedes en diversas partes del Perú.
“Me entere muy temprano en mi trabajo, es algo lamentable” dijo.