Las fresas y los arándanos pueden ayudar a protegernos de los ataques al corazón. Las mujeres que comen de tres a más porciones de estas frutas a la semana tienen un 32% menos de riesgo de sufrir el mencionado mal, afirma un estudio realizado por la Escuela de Harvard de Salud Pública y la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido.
Las fresas y los arándanos contienen altas concentraciones de flavonoides. Las antocianinas, una subclase de estos compuestos naturales, podría ayudar a dilatar las arterias frente a la acumulación de placa y proporcionar también otros beneficios cardiovasculares, indica la investigación.
“Los arándanos y las fresas se pueden incorporar fácilmente a la dieta semanal de las mujeres. Este simple cambio dietético podría tener un impacto significativo en los esfuerzos de prevención”, indicó uno de los autores del estudio, Aedin Cassidy, según informó el portal de la revista ‘Time’. Para el estudio se analizaron a 93.600 mujeres de entre 25 y 42 años.