«Frente al mar de Ventanilla se derrumbó una esperanza. En el mar de Grau descansan los hijos de La Victoria, pero ellos desde la gloria gritarán: ¡Arriba Alianza!», es la frase con la que cierra Augusto Polo Campos la canción que se volvió un himno (De La Victoria a la gloria) y con la que cada año se rinde homenaje a los íntimos que perdieron la vida el 8 de diciembre de 1987, en una de las tragedias más grandes del fútbol peruano. Última foto oficial de aquel equipo, antes del encuentro ante Deportivo Pucallpa.(LaRepública) El accidente.
El Fokker F-27 de la Marina de Guerra del Perú se precipitó a las oscuras y frías aguas del mar de Ventanilla. Murieron 16 futbolistas de Alianza Lima, 6 miembros del comando técnico, 4 dirigentes, 8 barristas, 3 árbitros y 6 tripulantes. El accidente ocurrió cerca de las 8 de la noche. ¿Qué pasó?
La explicación más creíble apunta a una falla humana, la del piloto de la nave, Edilberto Villar (y la de su copiloto, Fernando Morales). Lo que resulta sorprendente es que esta teoría recién se pudo conocer 19 años después de la desgracia. El programa ‘La Ventana Indiscreta’ pudo revelar el informe presentado el 9 de febrero de 1988 por la Junta de Investigación de Accidentes de la Aviación Naval a los altos mandos de la Marina de Guerra del Perú y el Ministerio de Defensa. Infografía: ElComercio El panel de mandos señalaba que el tren de aterrizaje no había bajado, así que el piloto decidió forzarlo con un movimiento prohibido para vuelos comerciales y que hizo entrar en pánico a los jugadores.
Luego sobrevoló la torre de control del Aeropuerto esperando una confirmación visual, la cual se dio, pero Villar buscó asegurarse y dio la vuelta para una segunda pasada y le dio el mando al copiloto mientras revisaba el manual de procedimiento en inglés. Ni él ni su copiloto se dieron cuenta de que la aeronave perdía altitud. Cuando el ala derecha chocó con el mar y se partió, no hubo más qué hacer. La generación que se fue
Alianza Lima venía de vencer 1 a 0 a Deportivo Pucallpa con gol de Carlos Bustamante.
El equipo dirigido entonces por el mítico y técnico más ganador del fútbol peruano, Marcos Calderón, tomaba el primer lugar del certamen. El accidente se dio cuando se habían disputado 18 de las 30 fechas, por lo que si aquel equipo hubiese o estaba encaminado a ganar el título de ese año, resulta complicado de determinar, pero algunos blanquiazules ya sobresalían, entre ellos, Luis Escobar.
Los que se fueron: ‘Caíco’ Gonzales Ganoza, César Sussoni, Tomás ‘Pechito’ Farfán, Daniel Watson, Braulio Tejada, José Mendoza, Gino Peña, César Chamochumbi, Carlos Bustamante, Milton Cavero, Luis Escobar, Ignacio Garretón, José Casanova, Alfredo Tomassini, William León y Aldo Sussoni. Único sobreviviente
Solo se salvó uno de la tripulación, el piloto. Edilberto Villar fue hallado intacto en el mar, pero nunca más se supo de él, nunca declaró a la prensa, nunca se presentó ante los familiares, y las especulaciones apuntaron a que abandonó el país con otra identidad. La inexperiencia fue clave. Según dicho informe elaborado en 1988, ni Villar ni su copiloto habían acumulado ninguna experiencia en vuelos nocturnos en los últimos 30 días. Los mitos
No hubo pronunciamiento oficial de la Marina hasta octubre de 2006. No aparecieron nunca los cuerpos de Tomasini, Escobar, Mendoza, León y Bustamante. En todo caso, el mar nunca los devolvió. Distintas versiones se tejieron desde entonces a la actualidad sobre qué había ocurrido exactamente con el plantel aliancista. Un mito apunta a explicar que los Potrillos descubrieron un cargamento ilegal en la nave, lo que obligó a desaparecer pruebas y testigos.
Lo que es más, algunos familiares e involucrados que reconocieron los cuerpos, aseguraron que algunos tenían orificios de bala. El hecho de que solo el piloto sobreviviera, hizo que las leyendas urbanas crezcan y cobren fuerza, sobre todo porque el piloto nunca dio la cara. Peor aún, otro rumor apuntó a que Villar se quedó en Pucallpa y quien condujo la aeronave a Lima habría sido el copiloto.
Tras la caída, para evitar el escándalo, la Marina fue por Villar y lo metió en el mar. Ello explicaría por qué tardaron en iniciar la labores de rescate y por qué el piloto apareció ileso. Lo cierto es que como dice la canción de Polo Campos, a la que se hace referencia al inicio, «no volverán». El Perú los lloró, la noticia trascendió fronteras, aún muchos deudos esperan explicaciones, y como cada 8 de diciembre, los hinchas del fútbol le rinden homenaje a los ‘Potrillos’.