Los alimentos no engordan o adelgazan por si mismo, y el pan no es la excepción. Y es que su consumo es indispensable para una alimentación equilibrada y variada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo recomendable es comer entre 220 y 250 gramos diarios de uno de los alimentos básicos en la dieta tradicional.
«La forma más saludable de perder peso es con una dieta variada y equilibrada», señala la Beatriz Navia, profesora titular del departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
La experta asegura que con la cantidad adecuada de proteínas, hidratos de carbono y grasas, reduciendo las raciones, pero manteniendo las proporciones y acompañada de actividad física, se puede llegar a la meta soñada.
Asimismo, afirma que el pan, especialmente el integral, contiene una cantidad «importante de fibra», que posee un efecto saciante, al tiempo que reduce la absorción de grasas.
Por otro lado, la doctora ha confirmado que la corteza contiene más calorías que la miga ya que, aunque contienen los mismos nutrientes, la corteza se deshidrata en el horneado, mientras que la miga conserva el agua.
A pesar de ello, Navia ha insistido en la importancia de incluir el pan en una dieta variada porque es una fuente «importante» de hidratos de carbono complejos.
«En la actualidad se consume mucha grasa y pocos hidratos de carbono, lo que conduce a desequilibrios importantes en la dieta. Debemos tener en cuenta que en una dieta equilibrada los hidratos deben aportar más de la mitad de las kilocalorías totales, por lo que, en este sentido, el pan supone una ayuda», puntualizó. (EP)