Todos los días escuchamos las propuestas de los candidatos a la alcaldía provincial de Huaral y a decir verdad, casi para todos ellos la provincia de Huaral se reduce a la zona urbana de la ciudad. Solo en ese lugar existen obras inconclusas, solo en ese lugar se padece de escasez de agua, solo ese lugar tiene problemas de inseguridad, solo ese lugar requiere de mejoras en salud, en educación, etc., que cada quien se compromete a resolver de una u otra manera, demostrando que en su esquema mental se quedaron con la hasta hoy profunda huella distrital.
Esta es una de las razones por las que se sigue celebrando la fiesta de Octubre con más énfasis que la de Mayo.
Esta es la razón por la que a nadie le interesa que se perdieron extensos territorios en el límite con Lima por una reciente Ley del Congreso y también se está perdiendo la parte que nos corresponde de Las Lomas de Lachay, por esta misma razón a nadie le importa Rúpac, Añay, Las Shicras, convertir a Chacra y Mar en un balneario superior a Asia y a lo largo de la cuenca desarrollar proyectos ganaderos, de mejoramiento de razas y derivados lácteos y crear industrias con el valor agregado de nuestras frutas y productos agrícolas en general, mejorar la salubridad del río para crear granjas de peces y camarones.
Al contrario, todos parecen estar tranquilos y felices con esa espada de Damocles que significa el ya casi inevitable desarrollo de la minería en nuestra zona andina, que traerá consigo una alta contaminación de nuestro río y el incremento de enfermedades para la población de las partes bajas.
Solo uno que otro candidato ha señalado algo al respecto, como una preocupación lejana, casi inexistente y esto resulta lamentable, porque hay muchas obras de impacto provincial que si no se hacen en esta próxima gestión, se habrá perdido la oportunidad para siempre, porque seamos sinceros, nuestro pequeño desarrollo económico actual es más delicado que las alas de una mariposa. Así que el tema provincial se debe tomar con más compromiso y seriedad.