Con grandes muestras de pesar y dolor, de parte de sus hijos, familiares y vecinos de la zona Bautista, fueron sepultados ayer los restos de Félix Aranda Rubino, mototaxista que fue asesinado de un disparo en la cabeza.
El entierro se realizó en el cementerio de Chancay y sus familiares pidieron que se haga justicia y se castigue con todo el peso de la ley al presunto asesino Francisco Huarac Mejía (a) “Mono”, que se encuentra detenido y que será recluido por 9 meses de prisión preventiva en el penal de Carquín.
Los familiares dijeron que Félix Aranda era una persona sana, tranquila y trabajadora y que su intempestiva muerte ha dejado a sus 3 menores hijos en la orfandad.