Cual si fuera un fortín dispuesto a soportar ataques militares de la parte externa, las instalaciones de EMAPA Huaral se están transformando en un bastión inexpugnable: Se ha hecho un tendido de alambrada de púas. Se han instalado cámaras de video y se ha reforzado el personal que labora en esa planta. ¿Hasta dónde pretende llegar el ya despedido y descalificado Vílchez Bula?.
Francamente es un reto a la imaginación.