La reciente exposición hecha en Huaral por el Señorito Jhony Pérez Pacheco, técnico de la oficina de acondicionamiento territorial del GOREL, dejó a los huaralinos el amargo sinsabor de la desconfianza, porque todos esperaban una exposición clara y transparente de las razones que impulsaron al gobierno regional a entregar territorios de Huaral a través de este proyecto de ley, sin haber hecho las consultas que por un mínimo de respeto y consideración se debieron hacer.
Resulta irrefutable que según la ley Nº 9213 de creación del distrito de Aucallama y el D.L. Nº 21488 de creación del distrito de Huaral, el límite con Ancón está dado por una línea geográfica que va del hito hidrográfico de la cumbre de la Loma de Ancón hasta la Cruz de Toma y Calla y termina en el mar. Además por usos y costumbres, los comuneros de Aucallama siempre realizaron labores de pastoreo, incluso en todas las lomas de Ancón, línea que está refrendada por el mapa del Servicio Hidrográfico de la Marina de Guerra del Perú de 1998.
No sirven los mapas referenciales de otra índole. Recordemos que en el diferendo limítrofe Perú – Chile, los chilenos presentaron incluso mapas de libros y enciclopedias peruanas que les favorecen, pero que no se ajustan a un fundamento geográfico.
El Sr. Pérez, no quiere entender que nunca el límite estuvo en la playa Toma y Calla, sino en la Cruz de Toma y Calla. La Media Luna y el Campamento, toda la vida pertenecieron a Huaral. La gente de Ancón no puede decir lo mismo. Quién le autorizó a negociar ese punto con Ancón. Más claro aún: Quién le autorizó a regalar territorio huaralino a Ancón.
Hace mal en sostener que no se puede usar una línea recta. En la cartografía eso es común. Sino no existirían ni los meridianos ni los paralelos. Además en esa recta no hay accidentes geográficos que lo impidan o conlleven a otra forma de interpretación. Además él mismo aceptó esa línea recta, que luego dijo, se cambió al negociar con los representantes de Lima.
Autoridades como el alcalde Bazán, están señalando que no participaron para nada en este proceso. O sea la región se tomó la libertad de decidir por los huaralinos y eso es indignante. Es una provocación. La reacción de oposición al citado proyecto de ley (Ya casi a punto de ser aprobado en el Congreso), es plenamente justificable. En materia de soberanía, como dijo el patriota revolucionario Sandino de Nicaragua “La soberanía de un pueblo no se discute, se defiende con las armas en la mano” .
Por Eloy Ángeles