Cuando se encontraba reunido con un amigo, llegaron cuatro hombres y una mujer a bordo de dos motos lineales, sacando sus armas y disparando a mansalva, mientras su amigo se puso a buen recaudo, el otro se quedó quieto siendo rematado a tiros, en el lugar quedaron más de una decena de casquillos de bala.
Tras cometer el execrable crimen así como vinieron huyeron aprovechando la confusión, en el piso quedó inerte el cuerpo aún con vida de Omar Quillay Laurente de 25 años de edad, que tras 20 minutos de espera, fue derivado por la policía al hospital de Huaral, donde los médicos certificaron su deceso, producto de siete impactos de bala.
El escenario del hecho de sangre fue la intersección del jirón cuzco con Ancash, en la urbanización Lino Cahuas; eran aproximadamente las 8 de la noche. La víctima se desempeñaba como moto taxista, y deja en la orfandad tres hijos (dos gemelas de 6 meses de edad y un menor de 4 años.
La policía tendría un testigo clave del hecho, e incluso ya contaría con datos sobre las características de los asesinos, que permitiría una pronta captura.
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